"Todo lo interesante ocurre en la sombra, no cabe duda. No se sabe nada de la historia auténtica de los hombres."

Louis-Ferdinand Céline, Viaje al fin de la noche.



19 de mayo de 2020

Dos amigos en la casa de té


(Katsushika Hokusai)


Cuando hicimos un alto en la casa de té de Koishikawa, en el viejo camino a Edo, era invierno y la carretera estaba impracticable. El lugar, reconvertido en taberna e incluso en posada, pues la situación del país había dado un vuelco, se hallaba sumamente concurrido. Viajeros desconcertados que buscaban donde pasar la noche dado el estado de sitio decretado en la capital, militares licenciados tras la rendición, comerciantes que no sabían a qué atenerse con el mal tiempo, campesinos y artesanos forzadamente ociosos, y la inevitable corte de mujeres de compañía que trataban de obtener beneficio del desconsuelo de los hombres.

Circulaba dinero negro y devaluado. Algunos proponían negocios nada claros que nadie sabía si se llevarían a efecto. Se jugaba a los juegos de azar exponiendo a la desesperada títulos de propiedad de bienes y familias. Corría el sake, que también había subido de precio. Mi amigo Jakuren, licenciado en las artes y técnicas de la medicina, porque él aseveraba que arte y técnica son las dos caras del mismo cuerpo de la atención, fue tentado por uno de aquellos tahúres. Afortunadamente su apuesta fue prudente, la pérdida escasa, y supo adaptar allí mismo uno de los principios de su aprendizaje. Aplica cuidados antes de que se infecte la herida y corta antes de que llegue la gangrena. Eso lo dices ahora, le consolé, pero si no tiro de ti hubieran intentado quitarte hasta el diploma. Mi amigo rio y de pronto se puso pensativo. ¿Crees que mi carrera me servirá para dar respuestas a la vida? Crecido en su actitud me pareció oportuno animarle. Creo más bien, le dije con cierta severidad, no exenta de benevolencia, que es más bien la vida la que confirmará tus conocimientos. Los específicos y los generales, pues de la observación amplia y del trato con tus pacientes deducirás, con altas posibilidades de acierto, lo que no imaginas. Él afirmó con la cabeza. Esa debe ser el lado de arte que  compone mi profesión, ¿verdad? Una parte fundamental, le apoyé, pues irás descubriendo que cada enfermo es único y, por lo tanto, aunque haya características comunes con otros necesitarás comprender qué le diferencia de otros.

Jakuren se puso cabizbajo repentinamente. De todos modos, en malos tiempos tengo que afrontar la tarea. Le corregí. O en buenos para aprender, pues verás cosas profundas y sorprendentes de la manera de ser de los humanos que en otras circunstancias más pujantes te serían ocultadas. Eso te acercará al paciente, sin duda, pero todavía te conducirá más lejos, a prospectar y acaso entender a la persona. Su faz cambió, supongo que por efecto de mis palabras. Pero temí haber sido excesivamente moralista. De pronto le dije: no me hagas demasiado caso. No soy precisamente el más apropiado para dar lecciones ni consejos a nadie. Bien sabes que no tengo oficio y que vagabundeo por esos mundos con trucos y villanías que no solo salen de mis escritos. Mi amigo hizo un guiño. Eh, tal vez curen más tus relatos que los tratados de la ciencia y los tratamientos de los médicos, y me golpeó cariñosamente en el pecho. Fui sarcástico. O que perjudiquen, o que condenen, o que manden a las entrañas del Fuji, no olvides que tengo un modo de escribir muy oscuro y nada alentador.



(¿Quién puede garantizar la salvación por la literatura?)

12 comentarios:

  1. Conocimiento y vida pueden ir en paralelo, aunque no siempre es así. Depende de qué vida quiere seguir cada quien. El maestro lo sabe.

    Un abrazo y feliz tarde

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    1. Yo creo que van en paralelo, otra cosa es que seamos conscientes o no, saquemos provecho o desoigamos las pistas que cada paso nos proporciona. Feliz día.

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    1. Ratifico tu opinión, aunque considero que la sensibilidad -que aparentemente puede suponer cierta fragilidad sobre todo a la hora de reaccionar, sobre todo menos impulsiva o injusta- dota de fuerza subrepticia importante. Se está más abierto a comprender, a captar, a gozar.

      La literatura -se lea o se escriba o ambos ejercicios- es escondite, por supuesto, y el término salvación no se refiere tanto a la religión como a un ir superándose a medida que uno se enfrenta con problemas. Y hay muchas maneras de superar, incluso la inacción y otros la indolencia son mecanismos temporalmente válidos. Pero como todo es una dinámica sin fin en que hay que encararse con elementos diversos y cambiantes lo mejor es descubrir qué es lo que más vale a cada cual en eso de ir hacia adelante. Pero ojo con los que piensen que hay una salvación total, definitiva, absoluta, solo serán fanáticos y se frustrarán aunque no se den cuenta.

      La pregunta sobre el universo es de difícil respuesta, también me la hago yo, y aunque no lo sepamos a mí me consuela, por aquello del mal de muchos, jaj, o mejor del todo inabarcable.

      Interesante tu argumentación, seguiré deglutiéndola.

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    2. Para mi el término salvación, que no es lo mismo para todo el mundo,implica libertad de elección dentro de las propias limitaciones, claro y asumir las consecuencias de las propias elecciones. Algo aparentemente más complicado en mi pasado y circunstancia.
      Lo mejor de todo es que durante la lucha resulta poco posible percatarse del proceso. Como los monitos , vaya!

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    3. Estoy de acuerdo con tu interpretación. Ya sabes, no obstante, que las cosas se comprueban a posteriori. Algunos, ni eso.

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  3. Siempre he pensado que escribir pone las ideas en orden, y da sentido a lo que ronda por la cabeza. De alguna manera, si, puedes hallar la salvación sacando tus demonios hacia fuera mediante palabras.
    Pienso que muchos escritos aunque ayuden al que lo lee, han ayudado aún más al autor, que ha sacado a la luz aquello que necesitaba ver.

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    1. Pues sí, escribir pone ideas en orden incluso sin proponérnoslo. Es el mismo ejercicio de hablar de temas, de relacionarlos con nuestra vida y conducta, de explorar lenguaje, de traer fantasías, experiencias vividas y deseos inalcanzados, es decir poner el propio caos de nuestro ser a prueba. Igual vale para las lecturas. Sacar esos demonios interiores o, simplemente, bueno nada fácil, rascar lo pegajoso que hay en nuestra mente por mor de ideologías que nos metieron a la fuerza, ya es una manera de salvarnos.

      Pues mira, te doy la razón, probablemente sea el autor el gran beneficiario de sus escrituras, y le importa un carajo ser entendido o no. Claro me refiero al escritor sincero, porque hay escritores que trabajan para encargo, como en otros oficios de las artes.

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  4. Escribir y leer sin curativos. Por otra parte el médico que investiga el cuerpo del paciente y comprende su alma encuentra la cita para su enfermedad.

    Es muy interesante este diálogo entre los dos amigos. Sin las dos caras de la misma moneda. Se cura con fármacos y procedimientos médicos, pero también con sueños y con historias que hagan volar la imaginación.

    Como siempre es un placer leerte.

    Me gusta mucho tu escritura y disfrutó a la vez que reflexiono.

    Felicidades
    Buen día de primavera
    y a cazar un poco de sol...

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    1. El sol es analcazable (sin n)

      El sol. A distancia larga o media (a ciertas horas) es benévolo y de agradecer. A distancia corta es un arreador que no admite confianzas.

      Comprender al otro cuya salud quiebra no es tarea fácil. Sigue la disputa entre los observadores profesionales. Sigue el entreguismo entre los pacientes cuando nos acucia el mal.

      Sigue de caza y captura del literario sol. Pero protejámonos de los rayos que emiten.

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  5. Hay erratas en mi comentario. Ufff... El primer sin es son.


    Después, donde dice cita debe poner cura.

    Sexta línea dice sin y debe poner son.

    Quinta línea comenzando por el final donde pone disfrutó debe poner disfruto.

    El sistema me cambia las palabras. El caso es que me las corrige mal.

    Un abrazo

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    1. Curioso, yo había captado el sentido, creo que en esto del lenguaje llegamos a asumir errores menores e interpretarlos como si fuera lo correcto. No pasaba nada, eh.

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