"Todo lo interesante ocurre en la sombra, no cabe duda. No se sabe nada de la historia auténtica de los hombres."

Louis-Ferdinand Céline, Viaje al fin de la noche.



5 de julio de 2020

El sueño de Ama


(Katsushika Hokusai)


Ama se despertó inquieta. Hacía rato que su marido había salido con la negrura de la madrugada para la faena de bajura. El mar a esas horas se debe aún a la luna y esta lo fecunda generosamente. Ama sudaba y creyó por un instante que el océano también la había arrebatado y luego la había devuelto a la orilla. Cosas del sueño, pensó. Agitó la cabeza a derecha e izquierda, estiró los brazos y las piernas lo más que pudo, erigió lentamente su torso y lo palpó palmo a palmo, deleitándose en sus formas, desafiando la oscuridad. Gustaba de admirarse de la armónica flexibilidad de la que aún disponía. También de las agradecidas formas femeninas que dibujaban su cuerpo y que ella apuntalaba con el tacto. No obstante una cierta febrícula la mantenía lasa y abotagada. He dormido profundamente pero estoy agarrotada, se dijo. Se abandonó un rato más al futón, confusa en pensamientos y sensaciones agitadas. Como si el sueño hubiera dejado pendiente alguna de sus funciones.

La primera luz del día le hizo tomar conciencia de su desnudez. Su cabellera dispersa la alertó. Olió su cuerpo y se extrañó de que de él emanara un miasma marino que no era el habitual de su esposo. A medida que se observó con detenimiento le alarmó la presencia de marcas rosáceas inhabituales en torno a las areolas de los pechos, otras más oscuras en el abdomen, algunos signos de succiones de causa desconocida entre los muslos. ¿De dónde viene todo esto?, se preguntó. Esta noche no he recibido a mi esposo. Trató de prospectar en las horas ocultas. Mis sueños han sido extremadamente revueltos. Algo o alguien me arrebataba, y no podía liberarme de  su fortaleza. Pero no me disgustaba en absoluto. ¿Se trataba de un hombre o de un monstruo? Ante la mera ocurrencia rio con picardía voraz. ¿Me deseaban o era yo la que luchaba por no quedar insatisfecha en mi apetito?

Ama, al recordar parte de la pesadilla, fue sintiendo el dulce hostigamiento de su sexo. Si exploro en los sueños, ¿descubriré el placer o el terror? ¿Me encontraré con el premio o con el castigo? ¿O acaso en los sueños se hacen uno? Se concentró más afinadamente en bucear en la turbiedad onírica. ¿A quién me he entregado esta noche, en un estado en que perdía mi conciencia y me veía incapaz de resistir? No retengo rostros humanos entre lo soñado, pero sí me acucia la sensación paralizante de que quienes  me estaban tomando eran seres rudos si bien tiernos, feos mas complacientes, ágiles y a la vez incisivos, imparables pero que sabían abarcar cada espacio de mi cuerpo.

Al forzar la memoria sobre sus fantasías nocturnas, Ama se turbó. No acertaba a distinguir si se había entregado en los sueños o si había sido visitada por huéspedes misteriosos en las horas en que había permanecido sola. Un simple sueño no deja huellas en la piel. Si ha sido algo imaginario tengo que reconocer que el sueño sabe proporcionar amantes perfectos, pensó con regocijo. Si me he dado a un ser superior, inmersa en alguna hipnosis que no he rechazado, debo admitir que con su habilidad ha ahondado en mi cuerpo hasta sus últimos rincones. Haya sido por lo que haya sido, ¿acaso lo sentido era menos real que lo que me aporta un hombre? Se acarició la piel muy despacio. Impregnada del olor a salitre se estremeció. Sintió que aún permanecía encendido dentro de sí un rescoldo del deseo. Cerró los ojos e invocó de nuevo a los monstruos.



22 comentarios:

  1. Con una visita nocturna de estas características, a quién le importa la invocación que tenga que hacer.
    Un saludo.

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  2. Ahora entiendo porque a los manoseadores, los llaman pulpos.
    Se aprende a relatar contigo. Me ha gustado mucho.

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    1. Sí, es un término popular muy adecuado, pero hoy muy arriesgado.

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  3. La erótica femenina puede poblarse en los sueños, con monstruos marinos, como pulpos de tamaño humano, o con visiones y sensaciones mu reales. Muy interesante el sentir de la mujer. Extrañeza, pero no arrepentimiento, por supuesto.

    Un abrazo

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    1. ¿Por qué iba a arrepentirse? Ella es muy libre, y más si el pescador ha partido.

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  4. Hola pasaba saludar!!!!
    Te cuento que abrí un blog de haikùs y voy a dejar los otros puesto que no me da el tiempo para todos.
    Espero verlos allì, un beso enorme y un abrazo.
    PD: ESTE ES MI ÚLTIMO Y ÚNICO BLOG DE AQUÌ EN MÁS. TE SIGO CON ESTE NUEVO PERFIL.

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    1. Pues pasa y lee, haré lo mismo por mi parte en el tuyo.

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  5. Erotismo misterioso, placentero en última instancia que es lo importante. Un relato curioso.

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    1. El Erotismo -me refiero al mismo en general, no al relato- como una de las Bellas Artes. Y malo que no lo sea. Pero eso queda a razón de cada cual. Gracias, Ana.

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    2. De nada, es un placer, ji,ji, leerte. Un abrazo.

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    3. A mí las lecturas que más me gratifican son aquellas que según las leo me hacen decirme: esto es lo que yo quería leer. Hablo en general, eh.

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  6. Alguna vez vi una película oriental en la que supuestamente en un lago había un pez que tenía sexo -muy placentero- con las mujeres que entraban a nadar en él. Se ve que la idea del erotismo oriental con animales viene de larga data
    =)

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    1. Claro, ahora me explico la existencia de sirenas, por ejemplo.

      Oye ¿y qué película es esa? Si recuerdas, dímelo, me intriga.

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    2. Totalmente olvidado el título. Si lo averiguo te lo paso

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  7. Creo que es en esta película donde se hace referencia a un pez que se casa con una princesa y tienen un hijo: uncle boonmee who can recall his past lives

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    1. Fácil que haga referencia a una leyenda tailandesa, muchas gracias.

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  8. Vine siguiendo tu enlace y no puedo más que esta satisfecha y agradecida. Es un relato misterioso y erótico, después del sobresalto llega ese remanso de paz y el deseo de nuevamente sentir, me gustó.

    Saludos

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    1. Me alegro, gracias. Sobre las sugerencias de las pinturas de Hokusai hay varias entradas en forma de cuentos, o cuentos en forma de entradas.

      Pasa cuando quieras, salud y buenas letras.

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  9. Interesante relato. Es inquietante. No sé si ella fuera del sueño sería tan atrevida. Parece que durante el sueño se quita la censura interior.

    Relatas muy bien

    Un abrazo
    Enhorabuena

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    1. ¿Por qué no podría serlo fuera del sueño? Osada, decidida, sin prejuicios, libertina, concupiscente...Nada de lo humano y pactado debe resultar ajeno.

      Glup. gracias.

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