(Kaktsushika Hokusai)
Dos paseantes ociosos que han llegado hasta aquel lugar de la costa admiran los contrastes del paisaje. Entre todo lo que vemos, le pregunta uno al otro, ¿qué considerarías prioritario? ¿El volcán? ¿El trabajo de los pescadores? ¿La labor paciente de los salineros? ¿El ritmo inagotable de las serrerías? ¿El galopar de los mensajeros? ¿La fronda que se extiende a lo largo de la orilla y por las laderas de los valles? Su compañero se lo piensa. Depende del punto de vista que se tenga, responde. Si se trata de la permanencia, me quedo sobre todo con el monte. Si hablamos del esfuerzo arriesgado de los hombres, con la pesca. Si miro el lado paciente, con la labor rutinaria de las salinas. Si valoro la estructura de las casas, el trabajo musculoso de los que preparan las maderas. Si anhelo la paz entre las provincias, alabo la premura infatigable de los correos. Si persigo solamente la relajación, la amplia arboleda. Luego la prioridad, dice el primero, es cosa de cada cual, ¿no? Consiste en la utilidad que damos a los elementos naturales, a las cosas y a las actividades que fluyen en derredor nuestro. Pero advierte esto. ¿Acaso no elegimos ese orden nosotros porque somos viajeros caprichosos y libres de obligaciones y tiempos? ¿Cuál serán las prioridades que tengan cualquiera de esos hombres que realizan un trabajo intenso, sin apenas horas para una actitud contemplativa? Tal vez sus sueños, replica el otro.
Se me ocurre que las prioridades de aquellos que trabajan intensamente están dadas por las necesidades de la supervivencia. Quizás sus sueños tengan que abrirse paso para aflorar.
ResponderEliminarA muchos no les queda sino sus sueños. Sobre ello se sabe bastante, siempre sucedió y ahora hay millones que se ven en esas circunstancias.
EliminarNadie ni nada de lo que percibimos está aislado, aunque mundanamente “errado”. La unidad se compone de innumerables elementos todos necesarios e interdependientes bajo la BATUTA de un inconsciente colectivo que integra y unifica las miríadas de experiencias. Las melodías resultantes pueden ser armoniosas o no serlo. Asumirlo sin más y sin extraer teorías consoladoras es signo de madurez;
ResponderEliminarpero a madurar no se aprende, solo es el resultado de la capacidad de adaptación de la materia cósmica y su posterior transformación a lo largo del tiempo.
Me pregunto si el choque y posterior reabsorción recientemente descubierto entre dos enormes agujeros negros galácticos habrá distorsionado mediante su consecuente ondulación el entrelazado concepto astronómico de espacio/tiempo de nuestro universo. Habría influido en la aceleración de los acontecimientos que percibimos en los últimos tiempos, aún ignorantes de dicho violento choque?
Como habrás observado NECESITO una inmensa despersonalización para intentar superar(sin conseguirlo) las inabarcables limitaciones del género al que pertenezco.
Bah, a nivel egoico es lo que nuestra civilización desea interpretar como “ actitud acuariana”. Falso, por tratarse de un concepto tan prejuiciado como cualquier otro.
Linda imagen, por cierto. Muy de agradecer.
Buahhh, me volví a extender!
A mí me supera -y me admira- el tema del Universo. Pero soy incapaz de interpretar nada. Ahí fuera hay un caos y aquí no ha dejado de haberlo nunca, por más que la línea pertinaz del Sapiens sea poner un cierto tipo de Orden. Pero eso nos llevaría a una deriva de debate inagotable. A madurar no se aprende, probablemente. Es el resultado de acumular experiencia y ello tampoco sé si es algo que se aprovecha. De todos modos ya sabes que los términos son siempre muy relativos y más de nomenclatura que de claridad, es decir, sirven para entendernos aunque los conceptos no estén claros nunca. Hay hombres maduros y experimentados que matan, por ejemplo. Entonces, ¿qué demonios es eso de la madurez? Me salgo del tiesto yo también. Y aquí solo se trataba de tirar una andanada a eso del orden de las cosas, es decir a la visión subjetiva sobre tal supuesto orden.
EliminarTotalmente de acuerdo. Cada quien elige la prioridad incluso d e su mirada.
ResponderEliminarUn abrazo
La visión de las cosas suele ser muy subjetiva. Incluso hay una subjetividad del colectivo social. Y la moda o la publicidad sabe mucho de ello, y de las consecuentes manipulaciones.
EliminarSoñar en verse a bordo de un barco, contemplando el paisaje y decidiendo a donde ir.
ResponderEliminarSaludos.
Todos los de las pateras, por ejemplo. O aquellos peninsulares que iban a Alemania en su momento.
EliminarProvocar la elección es un "delito". Las prioridades muestran lo que cada uno es. Pero habría que darte las gracias por ella, la provocación.
ResponderEliminar¿Cuántos de estos trabajadores dispondrían de un tiempo suficiente para la elección?
¿Qué elegiría yo? ¿Qué sueños hemos forjado y se quedaron ahí, a medio forjar?
¿Se eligen las prioridades en este supuesto orden que rige el mundo?
Salud, Fackel.
Anna Babra
Hago mías tus preguntas, que seguramente podrían ampliarse, Anna. Pero, ojo, que esta sociedad alienante de tanto objeto ha eclipsado a los sujetos, y estos andan bastante perdidos. Ay, del orden del mundo.
EliminarQuedémonos en esa exclamación.
Se puede soñar por un rato, o incluso eternamente. Mas si necesitas subsistir, alimentarte, velar por algún otro, vivir de los sueños no te llenará el estómago.
ResponderEliminarCuestión de prioridades, supongo.
Cuestión de prioridades, bien dices. Pero históricamente la gente que ha trabajado de sol a sol, aun percibiendo algún tipo de remuneración por ello y cubriendo malamente sus necesidades, se ha tenido que nutrir también de sueños. Piensa de qué clase.
EliminarY yo hago mía tu respuesta. Ay, del oreden del mundo.
ResponderEliminarSalud, Fackel.
Anna Babra
No sé ir más allá de una exclamación emocional.
EliminarHoy no me he quitado de la cabeza en todo el día la desgracia del incendio en el campo de refugiados de Lesbos. Los que menos tenían y estaban allí tienen menos todavía. En Europa. Ya sabes, ciudadanos unos de primera y otros de mierda, según el orden del sistema. Salud y vergüenza.
¿Definimos nuestra prioridades o ellas nos definen a nosotros?
ResponderEliminarSaludos,
J.
Buena pregunta. Digamos que muchas están predeterminadas. Saludos.
EliminarDe no tener "espacio" para reflexionar, al menos que lo tengamos para soñar.
ResponderEliminarLa capacidad de comprender que hay diversas miradas requiere de una mirada especial. Y, sí, también de poder tomar distancia.
Besos
Pero ya sabes que los sueños, aun siendo nuestros, son díscolos e insurgentes, no los controlamos. Y si te refieres a los sueños de los anhelos y los deseos...más vale tener la medida de la reflexión a mano para que no nos hagan dar tropiezos en falso.
EliminarIncluso el tiempo -su distanciamiento- sirve para mirar.