"Todo lo interesante ocurre en la sombra, no cabe duda. No se sabe nada de la historia auténtica de los hombres."

Louis-Ferdinand Céline, Viaje al fin de la noche.



2 de marzo de 2020

Encuentro de recaderos


(Katsushika Hokusai)


Cada día se encuentran sobre el abismo. No es el rumor agitado y veloz del arroyo Seishi el que perturba a los que transitan por el puente que cuelga. No es el despeñadero, al que están acostumbrados y que no se paran a mirar, lo que desequilibra sus pies. Es el viento incesante que sopla gélido unos días desde el Norte, otros más templado desde el Oeste. A veces se torna feroz y forma un remolino. Es lo que más temen. Entonces tienen que agarrarse a las maromas para evitar lo peor. 

Ozaki pregunta a la chica: ¿qué llevas hoy a tu señora? Utaro se sonroja, en parte por el fragor del viento pero también por encontrarse con el joven recadero. He recogido material de escritura y dibujo que se ha recibido en la estafeta del pueblo. Mi señora lo está esperando desde hace días. Dice que me va a enseñar los signos de las palabras y las formas de las figuras y de los paisajes. A ella se le dan muy bien. Ozaki se queja: qué suerte la tuya, a mí nadie me enseña nada. Parece que mi destino consiste solamente en trajinar para el amo. Y si no hago algo mejor y me marcho de aquí acabaré en la leva de alguno de los señores de la guerra. Pero eso es lo que gusta a la mayoría de los chicos, le recuerda Utaro, tener una paga y conocer otros territorios. A mí no, protesta Ozaki. No me gusta que me lleven forzoso a ninguna parte. Mi vida no puede seguir siendo como este camino inestable sobre el vacío. De un extremo lo rutinario y mal considerado de cada día. Del otro ser carne barata para los caprichosos combates de los mercenarios. La única elección es sobre qué extremo me embrutecerá menos que el otro. ¿Qué puedo hacer? Utaro le sonríe. Prueba a tirar por el camino de en medio, le dice con sagacidad. Cuando yo aprenda el arte de las palabras y de los trazos te enseñaré a ti. Y entonces ni tú ni yo dependeremos más de nuestros amos ni nos rendiremos al destino. Así no habrá más abismos de servidumbre bajo nuestros pies.




(Siempre aparece un camino inesperado, si se sabe andar)

18 comentarios:

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    1. La ignorancia no conduce a buen puerto nunca, así que más vale elegir y, si es posible, bien.

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  2. Enseñar,aprender y compartir es un buen camino.

    Adriana

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  4. Hola Chitón,
    vengo del blog La antorcha de Kraus de Fackel y con tu permiso me quedo en este lugar.
    Muy buena entrada y muy acertada decisión.

    Saludos.

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    1. Un cuento oriental. ¿Solo oriental?
      Gracias por parar aquí.

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  5. El camino del aprendizaje es el que conduce a los destinos más enriquecedores. buena metáfora la de ese puente peligroso. Un abrazo

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    1. O al menos a destinos liberadores de un destino anterior, que cabe desear sea más satisfactorios.

      Desde el puente, Neo.

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  6. La vida es un continuo aprendizaje.Ese deseo de aprender cada día, es, debe ser inagotable para poder razonar, sentirse vivo, y sobre todo, sentirse libre.

    Saludos amables

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    1. Es que aunque no se tenga intención de aprender, se aprende. Las experiencias, los jalones de la vida, los ciclos y circunstancias cambiantes, las personas que conocemos y tratamos -¿cuántas habremos conocido a lo largo de una existencia?- y nuevos episodios que van llegando y nos involucran, sin quererlo incluso, ¿no es ya aprendizaje?

      Sentirse vivo y libre es necesario, pero ¿tenemos la misma idea todos sobre lo que es estar vivos y libres?

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  7. Absolutamente, no, eso creo. Y es que para algunos sentirse vivo y libre, incluye sentir vivos y libres, también a todos los demás... Y eso, por desgracia, está claro que no es posible, en el mundo que nos ha tocado, no crees?

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    1. Por supuesto. Incluso más: para unos sentirse vivos y libres es huir de responsabilidades y vivir en el éter; para otros estar vivo y percibir la libertad es comprometerse y sentirse participativo, ¿no te parece?

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  8. La vida es una continua evolución y aprendizaje para sentirnos libres y poder guardarse ante posibles retos, retos y oportunidades para seguir creciendo.
    Saludos.

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    1. Sin duda alguna, Ani, solo que bastante compleja esta vida, en la que tan pendientes estamos de obtener satisfacciones, si bien las adversidades también nos acompañan más o menos solapadamente.

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  9. Claro: A esos otros me refería. Es como el sentirse feliz. Quien puede sentirse feliz, cuando hay tantos que sufren?...

    Gracias, buenas noches.

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    1. Esto nos lleva a considerar muy subjetiva la felicidad, supongo. Tal vez es que la felicidad es un concepto pretendido por y para uno mismo. Hay muuuuuucha gente que se siente feliz ignorando las circunstancia de los otros, se ve todos los días. Es así. Buen viernes, Soco.

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