"Todo lo interesante ocurre en la sombra, no cabe duda. No se sabe nada de la historia auténtica de los hombres."

Louis-Ferdinand Céline, Viaje al fin de la noche.



27 de marzo de 2020

Diálogo en la parada del palanquín


(Katsushika Hokusai)


Para qué nos parirán, dice uno de los porteadores de kago mientras hacen un alto y se secan el sudor. No digas eso, le corrige el otro sin omitir por ello una carcajada exagerada. Takechi, que tiene bastantes más años que el quejica, le azuza divertido. No pensaste lo mismo cuando optaste por este oficio. ¿Quién te recomendó que lo cogieras? Seguro que otro que llevaba un palanquín no fue. 

Hiro es fuerte y, aunque lleva recorridos muchos caminos no se queja tanto por el esfuerzo como por la falta de compensaciones. Ninguna mujer quiere a un conductor de kanga como no sea más que para una noche. Y ni siquiera la noche es desinteresada. A Takechi le hace gracia cómo muestra su sinceridad el compañero. A mí también me pasaba al principio, le revela. Y mira, ahora tengo seis hijos, una esposa que me necesita y una casa alquilada que, eso sí, no habito todo lo que quisiera. Pero ya tengo mucha edad y no se me ocurriría tirar por la borda la habilidad que he llegado a desarrollar. Pero tú, que puedes ser diestro para otros oficios, te convendría buscar. ¿O estás esperando a que una de estas damas que trasladamos se prenda de ti? Takechi se da cuenta de que acaba de ser mordaz con su socio. Intenta limarlo. Bueno, al fin y al cabo en este oficio nuestro se adquiere experiencia. Se ve quién despide a los viajeros que trasladamos, quién los recibe, de qué clase son o fingen ser, cómo hablan y si tenemos suerte y son gente culta hasta nos enseñan algo. Es entretenido. Hacer bien el trabajo y ceder a sus caprichos durante el viaje permite obtener un propina. Claro que a estas alturas, precisa Takechi, me conformo con que el viajero no exceda el peso. 

Es ahora Hito quien ríe. Pero se le coagula la risa y la queja asoma de inmediato a sus labios. Takechi, dice, uno siempre quiere más y de otra manera. Presiento que llevando el kanga no aprendo nada. La mujer que permanece dentro del vehículo le ha escuchado. Yo aprendí cuando dejé el camino que mi familia había trazado para mí, dice para asombro de los dos hombres. Seguro que tú lo tienes más fácil, por lo que he escuchado. ¿Has probado a tirar por otra senda?




(No es útil lamentar la suerte en esta vida si se puede andar otro camino)


18 comentarios:

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    1. Por supuesto que podría. La soledad, el silencio, el apartamiento o la huida son propiedades de cualquier género, no sé por qué van a ser específicamente femeninas. Las llamadas vidas interiores tienen mucho de eso aunque los que las desarrollen estén en nuestro entorno y pasen desapercibidos.

      Por supuesto que no todos dan pasos de cambio y eso que cada vez van a llegar más señales. A algunos nos pillarán bastante inertes.

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  2. Cada quien sabe para qué sirve y que puede llegar a hacer. Un precioso relato, en una China imperial llena de magia.

    Un abrazo y feliz tarde

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    1. Que no es China, que es Japón. Hokusai y el género pictórico de los ukiyo-e (literalmente: pintura del mundo flotante) es del país del Sol Naciente.

      No creas que todos saben para qué sirven. Muchos se pasan la vida dando tumbos, por negados. Otros los dan pero eficientes, por habilidosos.

      Me vuelvo a Edo que cae la noche y no voy a encontrar el camino.

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  3. Se podrá optar en todos los oficios o habrá una gran cantidad en los que no es posible elegir? Quiero creer que sí, que siempre es posible elegir una nueva senda. Un abrazo

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    1. En esta vida nada es fácil, pero las posibilidades existen. Yo he sabido en el pasado de ellas. Pero eso tiene muchos matices que ahora no vamos a nombrar. Digamos que hay vericuetos por todas partes, otra cosa es que nos dejen satisfechos o queramos más y mejor, como dice el personaje. Los tiempos presentes y los que van a llegar lo van a complicar en un sentido pero las nuevas generaciones deben descubrir cómo andarlos. Salud, Neo, cuídate.

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  4. Ante una misma situación, cada persona reacciona de manera diferente. Y, no cabe duda, que será más dichoso quien más bienestar personal tenga.

    Gracias Chitón.

    Saludos.

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    1. Pues sí, así es, pero incluso aunque reaccionaran en apariencia de modo análogo seguro que no encaja todo en el mismo orden o para el empleador o para el empleado. Se inventó hace mucho la selección del personal, ahora tan sofisticada. Gracias a ti.

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  5. Que interesante. Tenemos la costumbre de hacer casi siempre lo que los demás esperan que hagamos, y todo iría mejor si nos centrásemos en lo que realmente es importante para nosotros.
    No quiero decir con esto que nos volvamos egoístas, sin pensar en los demás, más bien en atender un poco a nuestras necesidades, que mal vamos a hacer lo que nos demandan si estamos saturados y agobiados en cosas que no aportan nada.
    Quitar unos cuantos "tengo que" al día nos hace personas más felices y eso repercute para bien en todo lo que nos rodea. Buen día.

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    1. Buenas conclusiones. Ahora bien, ¿cuántas veces no habremos decepcionado a los demás o bien ellos a nosotros? ¿Cuántas veces hemos acertado o errado? ¿Cuándo se sabe cuál es el mejor camino? Etcétera. Las preguntas siempre permanecen abiertas.

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  6. Tenemos la necesidad social de justificar nuestras decisiones, a veces con argumentos bastante peregrinos, en realidad creo, cada vez más, que decidimos sin ningún tipo de razón superior ni reflexión, elegimos esto o aquello, y ni sabemos el porqué, luego es cuando le damos cobertura "racional". Somos demasiado ignorantes sobre nuestra mente y cómo decide y elige, de ahí a que nos manipulen con facilidad hay un paso.

    Qué bonito es este blog.

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    1. Pues mira, sí. Muchas veces hemos elegido algo decisivo -una relación, un trabajo, una actividad equis- un poco de manera frágil e insegura y hemos acabado dando cuerpo y prolongado en el tiempo lo que parecía que iba para poco. La cobertura la hay al principio, justificando la elección, pero con el tiempo se convierte en estructura. En ocasiones esta quiebra, claro. Para que no puedan manipularnos sugiero cierta claridad de ideas pero también establecer territorios distantes con cualquier fuente de manipulación. No es fácil, pero debemos preservarnos.

      (Oh, gracias)

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  7. Lo ideal sería que cada uno pudiera eligir o tener el trabajo que le gusta o para el que está mejor preparado o incluso tiene vocación. pero por desgracia, en estos tiempos...

    Siempre, interesantes tus textos e imágenes. Gracias.

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    1. Y en muchas zonas del planeta ni en estos ni en otros tiempos anteriores. Ya sabes. Solemos ver el mundo desde nuestro prisma selectivo que estos días parece tambalearse también. Agradezco tus lecturas.

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  8. Pocas son las mujeres que se atreverían a intervenir en una situación semejante y más pocas aún quienes podrían decir algo como eso.

    Saludos,

    J.

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    1. Pero algunas había. Sobre todo en determinadas situaciones que no estuvieran controladas por el jefe. Hubo mujeres ilustradas y cultas allí, con imaginación desbordada e ideas rompedoras. También eran apreciadas en sus límites. En los ukiyo-e de otro pintor, Utamaro, se representan a mujeres leyendo o/y escribiendo, mayormente de buena posición. Tal vez el pintor tenía predilección por ellas.Saludos, José y protección.

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